
Oscar Pardo
¿Alguna vez has sentido que hay una “norma no escrita” sobre la felicidad que te persigue? Esas ideas preconcebidas que, en lugar de ayudarnos a ser felices, nos atrapan en una búsqueda interminable. Así como Armando Molina y Marta Guzmán descubrieron que la felicidad no depende de lo que les ocurre, sino de cómo eligen vivirlo, nosotros también debemos desmantelar las mentiras que nos contamos sobre la felicidad. Solo así podremos liberarnos de esas cadenas invisibles que nos impiden vivir plenamente.
Mito #1: “Debo ser feliz todo el tiempo”

Esta es, quizás, la mentira más agotadora de todas. La cultura popular a menudo nos bombardea con imágenes de sonrisas perfectas y vidas idílicas, haciéndonos creer que cualquier atisbo de tristeza, frustración o enojo es una señal de fracaso. Falso. La felicidad auténtica no es una euforia constante. Incluye días grises, momentos de incertidumbre e incluso tristeza, pero la clave está en no quedarte atrapado en ellos. Reconocer y procesar todas nuestras emociones es fundamental para un bienestar integral. La resiliencia no se construye evitando el dolor, sino aprendiendo a navegarlo.
Mito #2: “Si cambio mi exterior, cambiaré mi interior”
Cuántas veces hemos escuchado o pensado: “Seré feliz cuando tenga un nuevo trabajo, una casa más grande, una pareja diferente…” Este mito nos hace creer que la felicidad es un destino externo, condicionado por lo que poseemos o por las personas que nos rodean. Marta Guzmán es un claro ejemplo de esto. Tras enfrentar un cáncer y el abandono de su esposo, Marta pudo haber creído que un nuevo matrimonio la haría feliz. Sin embargo, su verdadera transformación comenzó cuando se dedicó a trabajar en su autoaceptación y su fuerza interior. Comprendió que la felicidad no viene de un cambio de pareja, sino de un cambio de perspectiva interna. El exterior puede influir, claro, pero la verdadera paz y alegría nacen de adentro.
Mito #3: “La felicidad es para los que tienen suerte”
Este es el mito que nos roba el poder. Nos convence de que la felicidad es un don genético o una lotería de la vida, reservada solo para unos pocos afortunados. Pero la ciencia, específicamente la neuroplasticidad, lo desmiente rotundamente. La neuroplasticidad es la capacidad asombrosa de nuestro cerebro para adaptarse y cambiar a lo largo de la vida, en respuesta a nuestras experiencias y, sobre todo, a lo que practicamos. Si practicas la gratitud, la resiliencia o el perdón, tu cerebro se adapta y crea nuevas conexiones neuronales que te predisponen a la felicidad. La suerte puede darte momentos, pero la felicidad duradera se construye, se practica y se elige día a día.
¿Cuál de estos mitos ha dictado tu vida?
Identificar las mentiras que hemos internalizado es el primer paso para liberarnos de esas “cadenas” y empezar a construir una felicidad más auténtica y duradera. Al igual que Armando y Marta, quienes transformaron sus adversidades al elegir cómo vivirlas, tú también puedes cambiar tu narrativa.Comenta cuál de estos mitos te ha resonado más y por qué. Entre los comentarios, sortearé una sesión de coaching gratuita para ayudarte a desmantelar esa creencia limitante y activar tu verdadera felicidad.

Oscar Pardo
Médico y Escritor